
Recogida de paisajes abstractos. Intervención artística para celebrar la nueva cosecha de Fuenquesada Virgen Extra. Excelencia e inspiración para el recuerdo
30-11-2023. Fuenquesada.
Cada año, desde hace mucho tiempo, en las ramas de los centenarios olivos de Las Fuentezuelas sucede algo prodigioso. Siempre igual y siempre diferente. Cada cosecha es como si sucediera por primera vez. Un momento de júbilo y celebración. El campo tiene estas cosas. Lo cíclico se convierte en algo sorprendente.
Por muchos años que pasen elaborando aceite de oliva virgen extra 100% picual, no perdemos nuestra capacidad de sorpresa y nos alegramos como si se tratara de un milagro.
Por eso, con esta cosecha—la 23— queríamos dar un paso más y profundizar en la memoria de quienes, como nosotros, nos confesamos enamorados del aceite de oliva virgen extra.
Y para esta celebración de lo milagroso, invitamos a la artista Fátima Moreno a nuestro olivar. Y lo que allí pasó no lo podremos olvidar.
Manantiales de memoria
La obtención del aceite de oliva virgen extra picual en su punto exacto de maduración es consecuencia de un proceso cultural e intelectual de siglos. Los olivos nos acompañan desde que hay memoria y nos bendicen con el asombroso zumo de sus frutos.
La memoria juega un papel esencial en la labor de producir nuestro virgen extra. La tierra guarda el recuerdo de quienes trabajaron en ella. Seguir sus pasos es mucho más que una deuda: es un deber. Y un privilegio, porque nada se puede comparar con ser los herederos de aquellos hombres y mujeres que se hermanaron con los olivos y supieron sacar de ellos el jugo inigualable de la aceituna fresca y orgullosa.
Desde el siglo XIX, la finca Las Fuentezuelas pertenece a la familia Quesada, linaje asentado en la campiña jienense desde el siglo XVIII. Estas fértiles tierras estaban dedicadas entonces a las hortalizas, los frutales y los cereales. Pero a mediados del siglo XIX se inicia ya el cultivo del olivar para producir aceite de oliva virgen extra.
Con el correr de los años, hemos profundizado en la producción de un aceite de oliva virgen extra picual de extraordinaria calidad, conjugando tradición e innovación, pero siempre manteniendo viva la esencia que alienta nuestra vocación genuinamente olivarera.
Quienes nos precedieron en el cuidado de nuestros olivos imprimieron en ellos la memoria de unas maneras propias de trabajar. Unas maneras guiadas sobre todo por el respeto profundo por el entorno, pues siempre fueron conscientes de que formaban parte de él. Una memoria que, a través de nuestros olivos, nos ha llegado con nitidez y plenitud.
¿Pero cómo transmitir esa memoria?
El lienzo recolector
Hemos querido que nuestra nueva cosecha —la 23— sea un homenaje a la memoria de todas aquellas personas que con su esfuerzo a lo largo de los años han conseguido que aceite de oliva virgen extra Fuenquesada sea uno de los más apreciados y admirados, incluso más allá de nuestras fronteras.
Fátima Moreno es autora de una obra emocionante y repleta de vitalidad. Sabíamos que ella nos ayudaría a expresar ese algo intangible e inspirador que nos guía y que anhelamos transmitir a través de nuestro virgen extra de edición limitada.
Es un encuentro de dos mundos que se reconocen al instante. El manto recolector, extendido bajo los olivos, dispuesto a recoger el fruto, se convierte en lienzo y Fátima convoca paisajes que se funden con el olivar. Es imposible no ver cómo la inspiración se desprende de las ramas y la artista la recoge sobre el gran lienzo donde estuvieron las aceitunas recién caídas. Porque la artista imagina y el agricultor sueña. Enfrentados ambos a la intemperie, cada uno con sus herramientas, los dos inermes ante fuerzas que no se pueden controlar. Y los dos hacen de la memoria su refugio y sustento.
Creemos en lo que hacemos, en la bondad intrínseca de producir el mejor virgen extra que somos capaces de hacer. Y además de la convicción, también nos mueve la emoción.
Y la pintura expresa la emoción de pertenecer a esta heredad olivarera que mantiene viva la memoria de quienes nos precedieron. Los paisajes abstractos que surgen del pincel de Fátima son las emociones que sentimos ante cada cosecha. Ese milagro anual tan similar a la alquimia de la creación artística.
Abrir una botella de Fuenquesada es asomarse a un mundo de esencias y virtudes ancestrales a través de un aceite de oliva virgen extra picual de una pureza, frescura y personalidad inusitadas.
Así, en el interior de cada uno de los canister en los que van envasadas las 2000 botellas de 500 ml que componen la cosecha 23 de Fuenquesada, nuestros clientes encontrarán una de las 2000 piezas únicas que Fátima Moreno ha creado —a pie de olivar— exclusivamente para Fuenquesada: un fragmento original e irrepetible del lienzo recolector. Naturalmente, no hay dos piezas iguales, al igual que no hay dos cosechas iguales, como tampoco hay dos experiencias iguales ante el virgen extra picual Fuenquesada.
El arte es el esfuerzo humano por mantener la memoria de lo que verdaderamente somos y, sobre todo, lo que aspiramos a ser: excelencia e inspiración para el recuerdo.
Ver el vídeo de la intervención artística Fuenquesada x Fátima Moreno